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viernes, 29 de julio de 2016

Gradual o súbito?

También puede haber una explosión súbita de percepción disparada por algún tipo de evento – usualmente uno que no pueda catalogarse de “agradable”.  Por ejemplo, he conocido a personas que han estado practicando por algún tiempo y han mostrado un crecimiento lento pero hermoso en presencia; y entonces de pronto surge una condición física que traer aparejada una intensificación muy rápida de percepción. En algunas personas produce una reacción hacia profundo miedo, así que pierden percepción; pero en muchos otros he observado una intensificación de la percepción – especialmente si involucra la posibilidad de mortalidad. Así que de pronto hay un influjo tremendo de presencia – pero eso solamente ocurrió porque ya habían estado practicando vivir en percepción, quizás durante varios años. No hay fin para la profundización./ Eckhart Tolle. ¿Es el despertar un proceso gradual o un cambio súbito, espontáneo?.

jueves, 28 de julio de 2016

Los pájaros asustados


Tus palabras son enredos de pájaros asustados que viven de mis criterios. Y tus saneados desgastes, esclavos de un destierro que me demuestran la nada, revolotean mi espejo, marchan en un corazón que no puede alejarte porque no quiere alejarse.
Pero ya es preciso definir a las sonrisas. Basta de esos consuelos desde almas desgajadas que no llegan a placé. Gesto bien ampuloso de un compromiso apurado que es un te amo liviano, algo ansioso y nublado, como un fortalecimiento que fortalece muy mal. Y mientras el amor cansado dice ya no sigo más / a ver cómo te enterás.
Que risa las consecuencias de enfrentar a la verdad. lastimadura que escapa subiéndose a unas preguntas en la hendidura del alma, agotada de desván. ¿Son de sangre estas gotas que parecen miel gastada? ¿así sucede el alivio? ¿cómo era la paciencia: ser felíz no está de mas?

MabelBe
no es poema de protesta

viernes, 17 de junio de 2016

Nosotros, los pobres


El pensamiento suele volverse un patrón que obliga a la reiteración.
En ocasiones se piensa compulsivamente que la familia es la base y que sin ella nos caemos en picada por un agujero como el de la mina de Chuquicamata. Si es el caso y nos quedamos sin familia, bueno, ya tenemos donde ir a terminar líricamente. Si estás más cerca de Rusia que de Chile, tenés la mina de Mirna. La naturaleza sigue velando por todos.
Es muy fácil otras veces obsesionarse con el trabajo. La vida pasa a ser tamaño oficina, maletín o sillón de escritorio, y el nombre de lo supremo es Eficacia. Un valor multiplicado por la inexistencia del futuro: lo único cierto que vendrá con peso. Indiferente a cada uno.
Para algunos la política es muy importante y hay que resistir, resistir, resistir, resistir, asistir, resistir, existir, persistir, no: resistir, era resistir... ¿resistir? ¿a qué había que resistir?.
Para otros la política es igual de importante por lo tranquilizador que significa el poder y el dinero fácil. En ambos casos, eso sí, se logra casi idéntico resultado, queda flotando confusión y desperdicio. No hay que burlarse de esto.
Una vida puede fácilmente basarse en el pensamiento religioso -dirán que es sentimiento pero no nos importa eso ahora - y es fanáticamente posible ocupar la mayoría de las horas rezando para pedir desde la paz del mundo hasta que el jefe falte por una semana o desde salud para el amigo que padece cáncer hasta sacar la lotería.
Se puede existir totalmente desatinado, y llegar a viejo y sano.
Se puede sostener una existencia en una creencia que tal vez no sea del todo errónea para gran parte de todos nosotros, pero que no tiene el valor significativo que se le quiere dar. Es más, así vive la inmensa mayoría. Quién puede sin dudar asegurar que a ésto -por lo que está luchando- vino, en un ciento por ciento.
Entonces, como siempre me pasa en este tramo, se me sienta la cursilería al lado, y una tristeza regalada con ojos de gato caramélico me envuelve como con una manta de lino [son esos insignificantes huecos, que sólo permite la tela cuando es común, los que dejan ver que del otro lado no hay nada]. ¿Nada?, qué sorpresa.
Toda reiteración se vacía en sí misma y al cabo de un tiempo cuesta mantener su parámetro en la línea del horizonte y su concepto sin contaminación.
La mayoría es nuestro único y lamentable parámetro. Pobre de nosotros!
Pobre de mí. Y de vos. Y de ella, y del otro. Y de aquellos, también de los que andan riéndose por allá, atrás de la pantalla de los modos y cortinas que tapan plantas o techos.
Tu pensamiento es tu patrón. El que te obliga a interpretar con yerro tantas veces. Por eso mismo buscás al similar para sentirte más fuerte y más cuidado. Familia y parentela. Trabajo con sillón. Rezo y espera, siempre espera, espera, espera, espera. Política de búsqueda y deseo de otras cosas que-no-existen-ahí. Y no valés nada, al fin y al cabo. Fijate cómo te vas difuminando mientras corrés cargando desgracia a la deriva. Variables que transmutan o que engañan o que no estamos capacitados para comprender.
Cuánto habrá de nosotros en nosotros. Cuánto habrá de mí en mí. Cuán del universo, del ambiente, de mi profesión. Cuán de mi oficio, de  mi familia, de mis dioses, de lo que me gusta o emociona, o me da asco. Qué, de lo que no conozco. De lo que no conoceré.
Cuánto queda de mí en mí después del vaciamiento y la resaca. De la soledad que tanto miedo da.
No me sé. Puedo afirmar que no nos sabemos?. ¿Qué es lo que sabemos?, ¿tu realidad, es la misma realidad que la de quién o quienes?. ¿Queremos convertirnos en oración, en eficacia, en consorte, en dinero, en política, en el gato cursi, en nuestra propia importancia descajetada? o queremos llegar al fondo del derrame, tocar lo que no se hunde, poder decir "de aquí para abajo ya no hay más ¡por fin!"?
Sospecho que hay algo de temor ante la pérdida de la esperanza de lograr algunas metas.
La realidad. Sugiero una huelga al pensamiento, para ver si realmente existe.


MabelBE